Detrás de la palabra hombre A.R.V.

¡Oh muerte en vida! Nadie nos salva de esta orfandad.
Vamos y venimos. Subimos y caemos.
Palabra somos y en palabra nos convertiremos.

lunes, 30 de abril de 2012

LA PALABRA Estela Díaz Varín


LA PALABRA
Estela Díaz Varín



Una sola será mi lucha
Y mi triunfo;
Encontrar la palabra escondida
aquella vez de nuestro pacto secreto
a pocos días de terminar la infancia.
Debes recordar
dónde la guardaste
Debiste pronunciarla siquiera una vez...
Ya la habría encontrado
Pero tienes razón ese era el pacto.
Mira cómo está mi casa, desarmada.
Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.
Y mi huerto, forado permanente
Y mis libros cómo mi huerto,
Hojeado hasta el deshilache
Sin dar con la palabra.
Se termina la búsqueda y el tiempo.
Vencida y condenada
Por no hallar la palabra que escondiste.




Rainer María Rilke CARTAS A UN JOVEN POETA


Rainer María Rilke
CARTAS A UN JOVEN POETA



París,
a 7 de febrero de 1903.

Muy distinguido señor:

Hace sólo pocos días que me alcanzó su carta, por cuya grande y afectuosa confianza quiero darle las gracias. Sabré apenas hacer algo más. No puedo entrar en minuciosas consideraciones sobre la índole de sus versos, porque me es del todo ajena cualquier intención de crítica. Y es que, para tomar contacto con una obra de arte, nada, en efecto, resulta menos acertado que el lenguaje crítico, en el cual todo se reduce siempre a unos equívocos más o menos felices.

Las cosas no son todas tan comprensibles ni tan fáciles de expresar como generalmente se nos quisiera hacer creer. La mayor parte de los acontecimientos son inexpresables; suceden dentro de un recinto que  nunca holló palabra alguna. Y más inexpresables que cualquier otra cosa son las obras de arte: seres llenos de misterio, cuya vida, junto a la nuestra que pasa y muere, perdura.

Dicho esto, sólo queda por añadir que sus versos no tienen aún carácter propio, pero sí unos brotes quedos y recatados que despuntan ya, iniciando algo personal. Donde más claramente lo percibo es en el último poema: "Mi alma". Ahí hay algo propio que ansía manifestarse; anhelando cobrar voz y forma y melodía. Y en los bellos versos "A Leopardi" parece brotar cierta afinidad con ese hombre tan grande, tan solitario. Aun así, sus poemas no son todavía nada originales, nada independientes. No lo es tampoco el último, ni el que dedica a Leopardi. La bondadosa carta que los acompaña no deja de explicarme algunas deficiencias que percibí al leer sus versos, sin que, con todo, pudiera señalarlas, dando a cada una el nombre que le corresponda.

Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí, como antes lo preguntó a otras personas. Envía sus versos a las revistas literarias, los compara con otros versos, y siente inquietud cuando ciertas redacciones rechazan sus ensayos poéticos. Pues bien -ya que me permite darle consejo- he de rogarle que renuncie a todo eso. Está usted mirando hacia fuera, y precisamente esto es lo que ahora no debería hacer. Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie... No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: "¿Debo yo escribir?". Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un "Si debo" firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida. Que hasta en su hora de menor interés y de menor importancia, debe llegar a ser signo y testimonio de ese apremiante impulso. Acérquese a la naturaleza e intente decir, cual si fuese el primer hombre, lo que ve y siente y ama y pierde. No escriba versos de amor, rehúya. Al principio, formas y temas demasiado corrientes: son los más difíciles. Pues se necesita una fuerza muy grande y muy madura, para poder dar de sí algo propio ahí donde existe ya multitud de buenos y, en parte, brillantes legados. Por esto, líbrese de los motivos de índole general. Recurra a los que cada día le ofrece su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y humilde sinceridad. Valiéndose, para expresarse, de las cosas que le rodean. De las imágenes que pueblan sus sueños. Y de todo cuanto vive en el recuerdo.

Si su diario vivir le parece pobre, no lo culpe a él. Acúsese a sí mismo de no ser bastante poeta para lograr descubrir y atraerse sus riquezas. Pues, para un espíritu creador, no hay pobreza. Ni hay tampoco lugar alguno que le parezca pobre o le sea indiferente. Y aun cuando usted se hallara en una cárcel, cuyas paredes no dejasen trascender hasta sus sentidos ninguno de los ruidos del mundo, ¿no le quedaría todavía su infancia, esa riqueza preciosa y regia, ese camarín que guarda los tesoros del recuerdo? Vuelva su atención hacia ella. Intente hacer resurgir las inmersas sensaciones de ese vasto pasado. Así verá como su personalidad se afirma, cómo se ensancha su soledad convirtiéndose en penumbrosa morada, mientras discurre muy lejos el estrépito de los demás. Y si de este volverse hacia dentro. si de este sumergirse en su propio mundo, brotan luego unos versos, entonces ya no se le ocurrirá preguntar a nadie si son buenos.

Tampoco procurará que las revistas se interesen por sus trabajos. Pues verá en ellos su más preciada y natural riqueza: trozo y voz de su propia vida.

Una obra de arte es buena si ha nacido al impulso de una íntima necesidad. Precisamente en este su modo de engendrarse radica y estriba el único criterio válido para su enjuiciamiento: no hay ningún otro. Por eso, muy estimado señor, no he sabido darle otro consejo que éste: adentrarse en sí mismo y explorar las profundidades de donde mana su vida. En su venero hallará la respuesta cuando se pregunte si debe crear. Acéptela tal como suene. Sin tratar de buscarle varias y sutiles interpretaciones. Acaso resulte cierto que está llamado a ser poeta. Entonces cargue con este su destino; llévelo con su peso y su grandeza, sin preguntar nunca por el premio que pueda venir de fuera. Pues el  hombre creador debe ser un mundo aparte, independiente, y hallarlo todo dentro de sí y en la naturaleza, a la que va unido.

Pero tal vez, aun después de haberse sumergido en sí mismo y en su soledad, tenga usted que renunciar a ser poeta. (Basta, como ya queda dicho, sentir que se podría seguir viviendo sin escribir, para no permitirse el intentarlo siquiera. Mas, aun así, este recogimiento que yo le pido no habrá sido inútil : en todo caso, su vida encontrará de ahí en adelante caminos propios. Que éstos sean buenos, ricos, amplios, es lo que yo le deseo más de cuanto puedan expresar mis palabras.

¿Qué más he de decirle? Me parece que ya todo queda debidamente recalcado. Al fin y al cabo, yo sólo he querido aconsejarle que se desenvuelva y se forme al impulso de su propio desarrollo. Al cual, por cierto, no podría causarle perturbación más violenta que la que sufriría si usted - se empeñase en mirar hacia fuera; esperando que del exterior llegue la respuesta a unas preguntas, que sólo su más íntimo sentir, en la más callada de sus horas, acierte quizás a contestar.

Fue para mí una gran alegría el hallar en su carta el nombre del profesor Horacek. Sigo guardando a este amable sabio una profunda veneración y una gratitud que perdurará por muchos años. Hágame el favor de expresarle estos sentimientos míos. Es prueba de gran bondad el que aun se acuerde de mi, y yo lo sé apreciar.

Le devuelvo los adjuntos versos, que usted me confió tan amablemente. Una vez más le doy las gracias por la magnitud y la cordialidad de su confianza. Mediante esta respuesta sincera y concienzuda, he intentado hacerme digno de ella: al menos un poco más digno de cuanto, como extraño, lo soy en realidad.

Con todo afecto y simpatía,
Rainer Maria Rilke.

El libro de las Horas
Raine María Rilque



Vivo mi vida en ondas crecientes
que se tienden sobre las cosas.
La última acaso no llegue a trazarla,
pero voy a intentarlo.

Giro en torno a Dios, la torre antigua,
llevo milenios girando;
y aún no sé si soy alcón o vendaval
o un grandioso canto.

A ti, oscuridad de la que vengo,
te amo más que a la llama
que limita el mundo
y brilla sólo
para algún círculo
fuera del cual ningún er sabe de ella.

Pero la oscuridad lo retiene todo:
formas y llamas, animales y a mí,
tal como los atrapa,
personas y poderes...

Y puede que una gran fuerza 
cerca de mí se agite.

Creo en las noches.

¿Qué será de ti, Dios, cuando yo muera?
Yo soy tu jarra: ¿cuando me haga añicos?
Soy tu bebida: ¿cuando me corrompa?
Yo soy tu atuendo, yo soy tu oficio,
sin mí careces de sentido.

Después de mí no tendrás casa donde
te saluden palabras tibias y cercanas.
La sandalia de terciopelo que soy yo
se soltará de tus pies cansados.

Perderás tu gran manto.
Tu mirada, que mi mejilla acoge
tibiamente, como con almohadones,
vendrá y me buscará largo tiempo...
y al ponerse el sol se tenderá
en el regazo de piedras extrañas.

¿Qué harás, Dios? Temo por ti

……
Amo las horas oscuras de mi ser
en las que se ahondan mis sentidos;
en ellas, como en viejas cartas,
hallo mi vida cotidiana ya vivida
y lejana y olvidada como una leyenda.

Gracias a ellas sé que tengo espacio
para vivir otra ancha vida intemporal.
Y a veces soy como el árbol
que sobre una tumba, maduro y rumoroso,
cumple aquel sueño que el niño que se fue
(al que abraza con sus raíces tibias)
perdió en tristezas y canciones.

sábado, 14 de abril de 2012

JOHANNES BOBROWSKI (Poeta alemán)

Armando Roa escribe el poema:

A la manera de Johannes Bobrowski

Los invito a leer y luego relacionar con el  poema del escritor alemán a quien hace referencia Armando Roa.


De par en par nos abrieron las palabras.
Las palabras, con sus lívidos desechos,
saltando de boca en boca,
dejándonos a la intemperie,
cambiándonos de soledad.
nada cede su sitio a este frío,
a esta vasta sombra, a esta noche interminable
de palabras vaciando las cosas.

lo sonoro nos invade por todas partes.

Ahora que las palabras nos han arrebatado
la dicha de enmudecer.




LLANURA 

Johhanes Bobrowski


Lago.
El lago.
Hundidas
las orillas. Bajo la nube
la grulla. Blancos brillan
los milenios de los pueblos
de pastores. Con el viento
subí monte arriba.
Aquí viviré. Un cazador
era yo pero me venció
la hierba.

Enséñame a hablar, hierba,
enséñame a estar muerto y a escuchar,
largamente, y a hablar, piedra,
enséñame a permanecer, agua,
y por mí, viento, no preguntes.

Armando Roa Vial y su Dicha de enmudecer


Armando Roa Vial nació en Santiago de Chile en 1966. Ha publicado Cartas a la juventud (Antología, 1993); La invención de Chile (antología en coautoría con Jorge Teillier, 1994); El hombre de papel y otros poemas (poesía, 1994); Ezra Pound: Homenaje desde Chile (antología en coautoría con Armando Uribe, que incluye ensayos y traducciones, 1995); El apocalipsis de las palabras/La dicha de enmudecer (poesía 1998); Ezra Pound: Poesía temprana (antología y traducción, 1999); Elogio de la melancolía (ensayos, 1999); Para no morir tan despacio (relatos, 1999); El navegante (traducción de la antigua elegía anglosajona, 1999); Robert Browning. Poesía escogida (edición y traducción, 2000); El mito y la sombra (relato, 2000), y Zarabanda de la muerte oscura (poesía, 2000, Premio Nacional de Poesía de la Asociación de Críticos del arte).
Su obra figura en diversas antologías de poesías publicadas en Chile, y en antologías editadas en España, Argentina y Estados Unidos.


DE LA PALABRA EN LA PALABRA

respiración y saliva. carne verbal.
una palabra, ya sabes.
como un atribulado hilo de luz
en medio de la noche. sin sosiego.
soterrada inútilmente en el papel.
resonando para nadie.
junto a otras palabras. a otros nudos amargos
desbautizándote. consumándote a medias.
desbordándote en un torpe espejismo.
rompiéndote en mil muertes posibles.
sóplame a gusto, maese Browning.
invítame a sobrevolar tu Nada.
a burlar todos tus sueños.
una máscara. liviana y gris. eso soy.
en una aviesa conspiración.
arrinconando tu sombrío universo.
después de arduas navegaciones.
cuando ya no encuentras nada
en que apoyar tu voz
y el aire comienza a escasear en el poema.
a nada contesto. a nadie.
barranco abajo me precipito. hurgando un sitio
en el aliento malogrado de las cosas.
cuando la vida ondea a media asta
en la esquiva corriente de la muerte.
un alarde tembloroso, eso es todo maese Browning.
tú y yo, a la intemperie,
balizando con inútiles señales
el oscuro vestíbulo del pensamiento.
no te fíes de mí. Sordello y Paracelso lo sabían.
apenas un balbuceo, no soy más que eso.
un discreto remolino verbal.
cristalizando de golpe. sellando tu suerte.
arrancándote el rostro.
incrustándolo a mí lengua envenenada.
en la inclinación más amarga de todos tus
gestos. cuando ya se acerca el amanecer
y te aprestas a madrugar para nada. para nadie.

Metodología de los Talleres




LECTURA

• Lectura de diversos textos
• Comprensión de textos.
• Relación de las lecturas con la escritura propia.
• Apreciación de las características de un texto.
• Crítica literaria.

ESCRITURA

• Narración de textos literarios de diferentes características.
• Diálogos sobre los textos del cada concurrente al taller.
• Descubrimiento de la estructura de los mismos textos.
• Trabajo sobre  escritura  personales.
• Trabajo en grupos.
• Lectura y escritura en cada encuentro.


Vale decir:
• Debate
• Exposición
• Lectura de los textos escritos por los integrantes del  taller.

PLANO CREATIVO
• Invención.
• Receptividad de textos propios y ajenos.
• Lectura y análisis de un texto.
• Elaboración de una ficción o recreación de un texto preexistente.
• La experiencia previa como impulso hacia la creación.
• Trabajo sobre recuerdos literarios y/o reales.

PARA HACER LA CRÍTICA DE UN TEXTO DENTRO DEL TALLER EVITAREMOS:
1.-  JUZGAR EL TEMA DEL TEXTO
2.- CONFUNDIR EL GUSTO PERSONAL CON LO LITERARIAMENTE BIEN O MAL HECHO.
3.- LAS PUGNAS IDEOLOGICAS
4.- PRETENDER REESCRIBIR EL TEXTO AJENO
5.- NO RESPETAR EL TIEMPO Y EL ESPACIO DE CADA INTEGRANTE DEL TALLER.

Fundamentación del Taller Palabrearte



Poner a las personas en contacto con la literatura, (poesía, narrativa) es  una forma de despertar su sensibilidad, hacer que sus sentimientos florezcan.  Al incorporar más arte, más creatividad, más expresión libre...  es regalar un mundo nuevo.  Es  bueno ofrecer  la poesía, los cuentos, como un obsequio y que a través de ellos quien participa del Taller, sienta  la sensibilidad de las palabras y como éstas pueden volverse mágicas en medio de un "Poema” o de palabras que nos transmiten   una historia de risa, de tristeza o de amor en la narrativa.
Se debe aprender a disfrutar con las palabras. Se debe conseguir entender que "poesía" no es sinónimo de "aburrimiento" o de "minorías un poco extrañas" y que  las palabras  que a veces parecen sin sentido adquieren  su propio sentido y nos permiten comunicar nuestra interioridad, nuestra visión de mundo y la particular forma de interactuar en él.
Saber leer y escribir no supone necesariamente saber interiorizar o expresarse. Se debe aprender a trabajar con la palabra, conocer a nuestros poetas y narradores y sus  obras, estilos, influencias y a la vez  volar con sus sueños, imaginando situaciones y expresando sentimientos e ideas.

Objetivos
Ø  Afianzar  el gusto por la literatura (poesía y narrativa).
Ø  Acercar a los  participantes al mundo literario. (escritores y movimientos literarios en Chile y América)
Ø  Comentario y análisis de la obra de escritores nacionales y de la región.
Ø  Desarrollar en los participantes la imaginación y la creatividad. (Creación de textos breves)
Ø  Propiciar a través de la palabra y la  poesía la integración de  las personas al  medio en que ellos se desenvuelven de manera positiva y armónica.
Ø  Descubrir la magia de usar  las palabras como medio de expresión de su mundo exterior. (Creación lírica)
Ø  Despertar el torrente imaginativo haciéndole crear sus propias historias. (Creación de relatos).
Ø  Presentar el resultado de sus trabajos en una actividad de cierre.

Aprendizajes Esperados
Ø  Escuchan y leen textos poéticos variados.
Ø  Se interesan por escuchar, leer y producir textos poéticos.
Ø  Producen variados poemas  y textos narrativos  disfrutando de la capacidad de expresar su mundo interior a través de la palabra.
Contenidos
Ø  Poemas de poetas conocidos y no conocidos.
Ø  Textos narrativos.
Ø  Autores, principalmente nacionales exponentes de la lírica y la narrativa.
Ø  Caligramas.
Ø  Juegos poéticos.
Ø  Haikus.
Ø  Aplicación de conceptos. (lírica y narrativa)
           Otros.-
Tiempo
 La duración de cada sesión se propone  de 90 minutos.
Duración
 Anual (abril-diciembre)